La pandemia, ni el distanciamiento social y menos el uso de mascarillas no frenaron ni restaron brillo a las graduaciones de bachilleres en Upata en este año escolar 2020-2021, a pesar de ser eventos atípicos. Todos los planteles en el municipio Piar llevaron adelante sus eventos siempre respetando los protocolos de bioseguridad. Tavera Acosta, Manuel Carlos Piar, María Inmaculada, y San Antonio, después de un año sin actos presenciales abrieron sus puertas para despedir a sus promociones.
La UE San Antonio realizó tres eventos para entregar títulos a los 88 bachilleres que este año entregó la XXXVI Promoción Profesor Aristóbulo Istúriz.
Upata.- Ni el distanciamiento social y menos el uso de mascarillas lograron frenar ni restarle brillo a las graduaciones de bachilleres en el municipio Piar, en este año escolar que acaba de culminar.
Planteles como Tavera Acosta, Manuel Carlos Piar, María Inmaculada, San Antonio, abrieron sus puertas, después de un año sin actos de graduaciones, para despedir a las promociones de bachilleres del 2020- 2021.
Con tres eventos separados, y bajo todas las medidas de bioseguridad por la pandemia Covid-19, la Unidad Educativa Instituto San Antonio de Upata despidió la XXXVI promoción de bachilleres correspondiente al año 2020-2021.
Y aunque se trató de un acto atípico, los 88 graduandos celebraron la culminación de su etapa en bachillerato, junto a profesores, directivos de la institución, padres y representantes.
Este año, por decisión del Ministerio de Educación, la promoción de bachilleres llevó como epónimo “Profesor Aristóbulo Istúriz, 1946-2021, insigne maestro de la patria”, en reconocimiento al fallecido ex ministro de educación.
Con mascarillas, alcohol en las manos y distanciamiento social, los nuevos bachilleres de la República Bolivariana de Venezuela recibieron su certificado. Para evitar riesgos de contagio la entrega se efectuó por grupos de cinco estudiantes, y donde sólo se les permitió la presencia de un familiar.
La directora y subdirectora del plantel, Magister Maria Blanco y Beatriz Lanz, respectivamente, junto a otras autoridades del plantel estuvieron al frente de la entrega de titulos.
“Decía Aristóteles que en algunos momentos las raíces de la enseñanza son amargas, sin embargo las frutas son dulces, qué razón tenía”, con esta frase del filosofo griego inició la directora María Blanco la entrega de títulos a los bachilleres, a quienes invitó a seguir adelante con sus estudios ahora en su etapa universitaria.
“Tienen derecho a sentirse orgulloso de haber logrado este objetivo”, segura que valió la pena para ustedes poder alcanzar este título, agregó.
La docente subrayó que esta graduación es un momento importante para los graduandos, que quedará registrada sin duda en sus vidas, no sólo por una pandemia mundial, sino también por todo el esfuerzo personal y económico, en medio de la grave crisis que se vive en el país.
Aseveró que a más de un año de la pandemia volvieron a encontrarse en un evento singular, luego de una larga educación a distancia. Fue precisa en señalar como la pandemia ha cambiado la historia del mundo, y la vida de todas las personas en todos los aspectos.
Y no sólo cambió la vida, sino todos los protocolos de convivencias, y las graduaciones no han sido la excepción. Pero, ni la pandemia, ni el distanciamiento social, ni todas las medidas de bioseguridad que se apliquen, no pueden restar brillo a este significativo evento, dijo. Los estudiantes firmaron el libro de promoción de la institución. Este año los birretes de colores y brillo pusieron el toque y marcaron la diferencia.
Texto: Carolina Maffia CNP 9.261 / Fotos: Rafael Contreras
